30.9.10

Que se pueda cambiar

A ELLA le regalaron una cartera con evidente destino de cambio. No porque la cartera no sea bonita, sino porque para ELLA todo regalo es una nota de crédito.

Como iba a pasar por el local donde se podía cambiar, me ofrecí a llevar la cartera y cambiarla por otra y así lo hice. Si la cartera#2 no le gustaba más que la cartera#1, tenía que hacer lo mismo que antes. Si le gustaba, se ahorraba el trámite.

No le gustó.
O mejor dicho "quiso ver qué más hay".
Fue sola, sin la cartera y eligió otras 2 carteras que llamaremos cartera#3 y cartera#4. Luego me pidió que la acompañara para decidirse.

¿Quién iba a creer que ya en el local, a donde yo fui con la cartera#2 en la mano para elegir entre las carteras#3 y #4, íbamos a agregar las carteras #5, #6, #7 y #8 a la decisión?

Terminando eligiando una, creo que debe haber sido la cartera#7, pero en un color que no era el que quería. Total la puede cambiar.

29.9.10

Algo dulce para el viaje

ELLA concurrió a la despedida de soltera que le correspondía y YO, honrando al acuerdo suscripto, no pregunté nada.

Eso fue el sábado pasado. El martes cuando vino la Sra. que limpia en casa dejó muy acomodado todo lo que encontró sobre la barra que divide la cocina del living, como es su costumbre.

Cuando llegué y vi todo lo que había sobre la barra me vi obligado a meterme en un tema que hubiera preferido evitar. Incluso sin estar convencido, pregunté "che, ¿esto que hay acá es un chupetín con forma de poronga o me parece a mí?"

ELLA solo sonrió. Y el chupetín sigue ahí, incólume. Si encuentro 2 más instalo una caramelera erótica.

22.9.10

Primero, lo primero

Cuando sonó el timbre sabíamos que era el Sr. del lavadero que traía nuestra ropa limpia pero nosotros estábamos... ocupados...

ELLA me convenció de ignorar el llamado con su amigable cara de "si atendés el portero te ahorco".

Alocados, rebeldes, aventureros y adictos a la adrenalina, decidimos no contestar.

En el momento, pareció una gran idea.
Después de estirar el uso de un par de medias por 72 horas, no tanto.

14.9.10

La cartera de la dama

ELLA partió más temprano, hacia otro destino.
YO
me fui más tarde, directo para la oficina.

Dormía plácidamente en el subte cuando me desperté de un carterazo. No pude evitar pensar "si ELLA estuviera acá le haría un escándalo a esta tarada que me pegó", pero yo no:
supuse que era accidental, que se debía a que estábamos todos muy apretados y volví a conciliar el sueño.

Dos estaciones después, volví a recibir otro carterazo. Ya estaba para tocarle el hombrito a la de la cartera, pero decidí no confrontar y tratar de dormirme de nuevo. No pasó mucho tiempo hasta que recibí otra vez un cachetazo de cuero. Faltaba poco para bajar, así que no dije nada.

Me desperó la campanada de la estación donde ELLA bajaría (una antes que YO) y por suerte también se bajaba la mina de la cartera.

Cuando se dio vuelta y se paró frente a la puerta, nos miramos extrañados.

"Hola!!! Qué hacés acá????", preguntó ELLA.
"¿Yo? Voy a la oficina y me estás pegando carterazos desde Palermo, mi amor", contesté.
"No puede ser, si me subí en Bulnes...", sentenció ELLA.



NOTA: Sí, la que me cagó a carterazos todo el viaje era ELLA, la mismísima ELLA

13.9.10

Bolsas para freezer

No es la primera vez que nuestra heladera manifiesta síntomas de microondas (emite pitidos y calienta los alimentos en su interior), motivo por el cual ya tenemos aceitado el procedimiento: llamado a SU madre, embolsado de todos los alimentos, traslado a la heladera de MI suegra, esperar al service mientras vivimos en la edad media por unos días.

Como ELLA estaba disfrutando un asado con amigos en el jardín, no me pareció oportuno molestarla. Solo le mandé un mensaje para notificarla que había comenzado el operativo que llevé a cabo yo solito.

No fue un operativo fácil esta vez porque habíamos hecho compras hace poco. Agarré entonces las bolsas más grandes que encontré y las llené hasta el tope, maniobré como pude para subirlas al auto, para abrir y cerrar todas las puertas en el medio, acomodé todo en el freezer imposible de MI suegra y volví a casa realmente exhausto.

Cuando se lo conté a ELLA, ya al día siguiente, hice mención a qué bolsas usé para que se diera una idea de todo lo que tuve que trasladar.

"¿Justo esas bolsas tenías que usar?. No me parece", contestó ELLA, tan comprensiva y agradecida como siempre.

7.9.10

Acuerdo de confidencialidad

Asistí una despedida de soltero que se desarrolló en una cercana localidad bonaerense a lo largo de todo el fin de semana.
Antes de ir, y dado que ELLA participaría de la análoga despedida que se realice en honor a la futura mujer del homenajeado, firmamos un tácito acuerdo de confidencialidad: YO voy a la despedida y ELLA no pregunta nada, ELLA va a su despedida y YO no pregunto nada.

A menos de 48 horas de haber vuelto, cuando le reclamé tímidamente que ELLA haya soñado con un preceptor del secundario que le gustaba, su respuesta demostró su manera de honrar el tácito acuerdo: "Vos te fuiste de putas todo el fin de semana y yo no dije nada".

Tenemos versiones diferentes de los términoes del acuerdo.
Deberíamos haberlo dejado por escrito tal vez...

Ficción Hollywoodense

Aquel tema con el control remoto volador había quedado olvidado, especialmente ante la adquisición de un nuevo aparato que lo reemplace.

Este domingo, cuando volví de un fin de semana con amigos en la costa, noté que tocaba los botones y no pasaba nada. ¿Otra vez se rompió el control? YO no dije nada al respecto, ELLA tampoco.

A la mañana siguiente, cuando ya el tema se volvió inevitable, ELLA se hizo cargo (a medias) de lo sucedido. "Parece que el control no anda, pero esta vez no se cayó ni nada. Algo le habrá pasado, but not under my watch", dijo ELLA, textualmente, convencida de que vive adentro de una soap opera.

Después de las propagandas mostraron una escena donde ELLA llega a la cama con el camisón, dispuesta a dormirse y como quien no quiere la cosa murmura "el domingo a la mañana, medio dormida, me di vuelta en la cama y creo recordar que salió volando mi celular... aunque el celular anda 10 puntos y el control no. Tal vez fue el control, no sé".


"Tal vez fue el control...",
dijo. Tranquilamente podría ser una ficción de Pol-ka.

2.9.10

Como por ejemplo...

Hay gente, lo habrá Ud. notado, que gusta de hablar utilizando muchos ejemplos.
No me refiero a los que meten un refrán en cada oración en la que (creen que) pueden hacerlo, sino los que comparan la situación que están atravesando con alguna similar en otro ámbito para reforzar su concepto.

YO, sin ir más lejos, soy de este tipo de gente. Cuando me ofrecen un nuevo trabajo en una empresa importante explico a los que no conocen que "es como si te llamara el Barcelona", si vamos a un restaurante donde las mesas están muy juntas lo grafico con un simpático "parecía el 60 a las 6 de la tarde", y así.

ELLA, sin embargo, se ubica en un grupo diferente: Se encuentra justo en el medio del universo de los que quieren hablar con ejemplos, pero no manejan la técnica.

El ejemplo más contundente (valga la redundancia), data de cuando alguien dijo "es como la diferencia entre una Caja de Ahorro y un Plazo Fijo" y ELLA aportó "sí, o como la ruleta".

Todos nos miramos hasta que uno se animó a contestar "No, nada que ver".
Claramente no maneja la técnica.