26.4.10

Tenedor libre

Antes de llamar al delivery me preguntó que carne prefería. YO prefería que eligiera ELLA que es más quisquillosa al respecto. Insistió, entonces elegí entraña.

Tratando de convencerme de que vivimos en una democracia, me cedió la decisión sobre la ensalada para compañar la carne elegida y me decanté por la infalible combinación de tomate-huevo-zanahoria.


45 minutos después llegó el pedido: Comimos vacío con ensalada mixta (lechuga, tomate, cebolla).

4 comentarios:

eMe dijo...

Y está muy bien... seguro la entraña no estaba buena ;) jajajajaaaa

Rodolfo Bebán dijo...

jajajaja!! es un clasico! Pero en realidad eso era lo que vos querias ehh!! solo que no sabias que lo querias hasta que ella te ilumino!! Deberias agradecerle!!

Muy bueno el blog!

Roger Borratint dijo...

Cuando ocurren estas cosas uno se hace muchas preguntas. Y se repregunta a sí mismo en torno a esas preguntas.

La teoría de mi secuaz me parece interesante, aunque creo que mi reacción hubiera sido más del tipo: irremediable indignación.

LeO dijo...

eMe, nunca sabremos cómo estaba la entraña. Eso es seguro.

Rodolfo, le sugiero leer un poquito más de este blog y tal vez cambie su opinión.

Rogelio, me incliné por no preguntarme últimamente