9.4.10

Tirar todo al tacho

Ese pequeño y pintoresco tachito de basura vino con ELLA desde su casa materna. A pesar de no haber sido el más práctico, cómodo, higiénico ni bonito tacho que uno pudiera desear, fue nuestro tacho de basura del baño desde siempre.

Fui a tirar algo, no recuerdo qué, una curita usada tal vez, cuando la tapa se venció y se fue al fondo. Al verlo roto no sabía qué hacer, sentí realmente pena por ese objeto tan lleno de significado para ELLA. Cómo decírselo...

Junté coraje, salí del baño y la encaré: "tengo que decirte algo triste: se rompió TU tachito; se murió de viejo".

Sus ojos se tornaron inexpresivos, acaso llorosos y bajó la cabeza en franca señal de dolor y angustia. Cuando levantó la mirada nuevamente, su cara mostraba una extraña sonrisa.
¿Tan rápido había elaborado el duelo?
¿De qué puede ser esa sonrisa? Tal vez no entendió lo que le dije.

"Sí, ya sé, se me rompió a mí hoy a la mañana. Pensé que si lo acomodaba más o menos zafaba, pero se ve que no. No te calentés, compramos otro", dijo livianamente y volvió sus ojos al televisor.

Al parecer su sonrisa era de desvergüenza. Al final, el único que lloró ese tacho fui YO.

3 comentarios:

Roger Borratint dijo...

Es muy cómica tu mujer.

Calculo que la habrás acusado de haberte querido inculpar por el siniestro. No importa si lo pensás o no, pero la acusación TIENE que estar. Sirve como mensaje para que jamás se le ocurra hacer algo por el estilo!!! jajajaja

Salud.

LeO dijo...

Sí, comiquísima.

Querés que te la mande por un tiempito?

Roger Borratint dijo...

Ayyy!! Justo ahora no puedo, qué macana che!!

:p