ELLA se despertó a la mitad de la noche porque no se sentía bien: estaba un poco revuelta del estómago y con calor. Me medio-desperté para tratar de ayudarla pero no habiá mucho para hacer: Se fue al baño y traté de quedarme despierto hasta que vuelva.
Cuando volvió, me pareció que tenía una toalla en la cabeza como cuando las mujeres se acaban de bañar y todavía tienen el pelo mojado.
Levantó la ventana para que entre un poco de luz, empezar a cambiarse e irse a trabajar pero se sorprendió cuando desde afuera no entraba nada de sol. Antes de que prenda la luz grande, se me ocurrió preguntarle "¿a dónde vas a ir? son las 4 de la mañana".
Miró el despertador y gritó: "¿¿¿¿las 4 de la mañana???? La puta madre que lo remil parió, pensé que eran las 7. Por eso no sonaba el puto despertador".
Y se volvió a dormir, con una toalla sobre la almohada porque todavía tenía el pelo mojado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Entradas
3 comentarios:
Oia...
Si se bañó es un garrón, pero sino es lo más levantarse pensando que hay que levantarse, y después ver que podés dormir unas horitas más.
A mí me pasó lo peor un día. Me levanté a las 12 con una resaca importante, un clásico del sábado. Me levanté, lavé la jeta, hice toda la rutina del sábado resaquero, y me senté en la mesa a ver si alguien me daba comida (vivía con mis viejos en aquel entonces). Pero la casa tenía tan poco movimiento. Comencé a sospechar. De pronto la veo a mi hermana y caigo, de lleno. El impacto fue tan duro. "Es viernes hoy ¿no?", pregunto. "Eeeehhhh... sí Rogelio" contesta ella.
Lo que corrí.
Rogelio, Ud. supera cualquier estadística...
Publicar un comentario