16.2.11

Oscuras intenciones

El sábado emprendí una tarea complemente despiadada: acompañarla a ELLA a definir el arreglo de un vestido. Lo cruel del plan era que YO pensaba cobrarme cada uno de esos instantes en favores sexuales, esa misma tarde.

Durante el periplo, opiné sobre géneros, escotes, aporté invalorables análisis sobre la combinación de colores, sobre el largo final de la prenda y hasta deslicé breves comentarios al respecto de los accesorios que mejor la acompañarían.

Me llevó apenas 2 horas dejar de ser un mercader sexual para ser su amigo gay.

7 comentarios:

Centauresa dijo...

Jaja!!!
Pooobreee!!!
En serio pensaste que te iba a ser taaaaan facil???

Las chicas en eso somos insaciables. Nunca es suficiente. Es más creemos que tenemos sobradamente merecidas la compañía y los consejos.
Pero no por algo que hayamos hecho, sino simplemente por existir!!!

Mejor suerte la próxima.

eMe dijo...

Jajajaja qué grande LeO!!! Ahora, la pregunta es, qué carajo hacía ud. opinando sobre eso???

LeO dijo...

Centauresa, evidentemente subestimé la situación. Pero además estaba seguro que lo iba a lograr y terminé encantado del temita vestido.

eMe, si Ud. supiera todo lo que yo sé sobre moda se desmaya. Se DES-MAYA.

eMe dijo...

Listo, cuándo salimos a reventar las ofertas??? Lo llevamos al otro, o ya está confirmado que no nos quiere más???

LeO dijo...

Esperesé: que sepa de tonalidades y de géneros y que distinga a la legua una manga ranglan, no significa que disfruto de acompañar mujeres a hacer compras.

Soy medio trolito, no soy dama de compañía (aún)

eMe dijo...

Jajajajajaa mire si termina como Juancito (el del aviso del blog!)

Roger Borratint dijo...

Usted un poco se lo busca también eh!!

Tiene que tirar comentarios gordoargentinescos como "eeh mamasa con esa pilcha si te agarro no te salva ni mahoma"

Es duro, lo sé, pero es algo que debe ser hecho.