El plan del domingo a la noche era juntar a los tuyos, los míos y los nuestros y deleitarlos con pizzas a la parrilla. Llegando al jueves se sobresaltó porque no teníamos palo de amasar y ahí fui yo, obediente y servicial a comprar uno muy bonito.
Este palo tiene una particularidad muy moderna: gira la zona central pero las "manijas" quedan firmes, haciendo más fácil su desplazamiento y así su uso.
"Es una mierda este palo, anda mal, gira la parte de adentro nada más", dijo al verlo sin siquiera probarlo y antes de entender cómo se usaba.
El domingo hice las compras, pelé morrones, herví huevos, corté tomates, pelé y piqué ajo, corté rodajas de salame, rayé variados quesos, hidraté tomates secos, limpié y preparé rúcula, amasé, prendí el fuego, estiré los bollos, cociné las pizzas a la parrilla.
ELLA pasó toda la tarde con amigas y cuando llegaron los invitados se fue a bañar para estar divina.
Supongo que todavía no superó lo del palo de amasar... siento que soy un monstruo.
3 comentarios:
Ud. es un MONSTRUO, sí.
Jajajajajajajajaja
Porfi, dejala y venite conmigo! jajajaja yo amaso el bollo!
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