18.11.09
Apagando un incendio con alcohol
Ante la propuesta de bajarle un poco el tono a la polémica y la casi constante discusión, ya sea por una cuestión de extra-sensibilidad de mi parte o un poco de hartazgo ante el clima de permanente pelea, no creo que la respuesta "que maricón resultaste, eh" sea lo más acertado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Te consuelo con dos cotidianas mías:
Imaginate que cada vez que tuvieras razón, te cambiaran de tema impunemente. Y si arremetieras con el tema, inmediatamente te volvieran a hablar de cualquier cosa. A la tercera obviamente ya sos un buscarroña.
Imaginate que la tuvieras acorralada entre sus propias palabras, que estuvieras a punto de hacerle entender que ella está absolutamente equivocada, y te dijera: "bueno loco, soy así, bancatelá".
Las soluciones son extremas: el homicidio o la resignación.
Un abrazo!
En ese caso las mujeres confían en que optamos por la segunda, hasta que un día... un día... optaremos por la primera.
Qué si me siento identificado? He llegado a decir "noooo.... voy a tener que grabarte, eh".
Y... sí... no ayuda. Esta vez no puedo defenderla :(
Sobre eso de "voy a tener que grabarte"... soy feroz discutiendo, pero feroz mal (aunque ya no necesito la cabeza del otro en una bandeja) y me mata tener memoria exquisita: es imposible que me niegues algo que dijiste o que algo que yo dije. Imposible.
Grandes batallas he librado, oh sí!
Publicar un comentario