18.11.09

Apagando un incendio con alcohol

Ante la propuesta de bajarle un poco el tono a la polémica y la casi constante discusión, ya sea por una cuestión de extra-sensibilidad de mi parte o un poco de hartazgo ante el clima de permanente pelea, no creo que la respuesta "que maricón resultaste, eh" sea lo más acertado.

3 comentarios:

Roger Borratint dijo...

Te consuelo con dos cotidianas mías:

Imaginate que cada vez que tuvieras razón, te cambiaran de tema impunemente. Y si arremetieras con el tema, inmediatamente te volvieran a hablar de cualquier cosa. A la tercera obviamente ya sos un buscarroña.

Imaginate que la tuvieras acorralada entre sus propias palabras, que estuvieras a punto de hacerle entender que ella está absolutamente equivocada, y te dijera: "bueno loco, soy así, bancatelá".

Las soluciones son extremas: el homicidio o la resignación.

Un abrazo!

LeO dijo...

En ese caso las mujeres confían en que optamos por la segunda, hasta que un día... un día... optaremos por la primera.


Qué si me siento identificado? He llegado a decir "noooo.... voy a tener que grabarte, eh".

eMe dijo...

Y... sí... no ayuda. Esta vez no puedo defenderla :(

Sobre eso de "voy a tener que grabarte"... soy feroz discutiendo, pero feroz mal (aunque ya no necesito la cabeza del otro en una bandeja) y me mata tener memoria exquisita: es imposible que me niegues algo que dijiste o que algo que yo dije. Imposible.

Grandes batallas he librado, oh sí!